Hacer testamento no es solo un acto de previsión, es una garantía de que nuestras últimas voluntades se cumplirán de la manera más adecuada y eficiente, y lo que es más importante, ¡como nosotros queremos! O al menos, en la medida en que la ley lo permita.
Aunque es cierto que tienes la opción de no hacer testamento, no es algo recomendable, ya que sus consecuencias pueden, y suelen ser, muy problemáticas.
Si no haces testamento, tu herencia se regirá conforme a lo establecido por la ley, y créeme, esto tiene sus inconvenientes. En el caso de que tengas pareja e hijos, la distribución del caudal hereditario, es decir, lo que recibirá cada heredero, se regirá por lo que disponga el Código Civil o, en su caso, las leyes civiles de la comunidad autónoma con derecho foral en la que residas.
Por ejemplo, muchas personas creen que, al fallecer, todos sus bienes pasarán automáticamente a su esposa o pareja, o que esta tiene derecho a disfrutarlos durante toda su vida, es decir, derecho de usufructo de los bienes. Sin embargo, esto no siempre es así, y es entonces cuando surgen las sorpresas desagradables, por no decir auténticos dramas.
Por ello, si deseas tener control sobre la distribución de tus bienes y asegurar el bienestar de tus seres queridos, lo más recomendable es realizar un testamento. Algunas de las ventajas de hacer testamento son que podrás designar quién recibirá tus bienes y en qué proporción, evitando la aplicación rígida de las normas sucesorias. Podrás decidir qué bienes deseas dejar a tu esposa, hijos, nietos, etc., y también evitarás disputas familiares que puedan surgir en ausencia de un testamento claro.
El testamento más común en España es el abierto ante notario. Se trata de un documento que se redacta con la intervención de un notario, quien se asegura de que tus disposiciones cumplan con la ley y queden registradas de forma oficial. Esto aporta una seguridad adicional y elimina riesgos de impugnaciones futuras. Si has decidido hacer un testamento ante notario, créeme que ya has dado un paso enorme y que tus seres queridos te lo agradecerán el día de mañana.
Evidentemente, pasar de no hacer testamento a realizarlo ante notario es un avance muy positivo. Sin embargo, te recomiendo que, antes de acudir al notario, te asesores con un abogado.
Aunque el notario garantiza la validez formal del testamento, contar con el asesoramiento de un abogado especializado es esencial para lograr un testamento a medida. Un abogado te ayudará a planificar de forma estratégica, contemplando aspectos fiscales, familiares y patrimoniales. Además, puede diseñar un plan integral que incluya, si procede, donaciones previas, evitando sorpresas y complicaciones para tus herederos.
Ahorro fiscal y planificación: Con un adecuado asesoramiento, es posible optimizar el proceso sucesorio para pagar menos impuestos y proteger mejor el patrimonio familiar. El abogado puede evaluar tu patrimonio y determinar la manera más eficiente de repartir los bienes, anticipando futuros problemas.
Flexibilidad en donaciones: En algunos casos, puede ser conveniente realizar donaciones en vida, una estrategia que reduce cargas fiscales y facilita la gestión futura.
Prevención de conflictos familiares: Un abogado puede ayudarte a prever y evitar disputas entre herederos mediante la redacción de disposiciones claras y detalladas en tu testamento.
Adaptación a circunstancias personales: El asesoramiento legal permite ajustar el testamento a las particularidades de tu situación familiar y económica, asegurando que todas tus decisiones sean respetadas.
Por lo tanto, hacer testamento con el asesoramiento adecuado no solo simplifica el proceso sucesorio, sino que garantiza que tus deseos se cumplan con la máxima precisión y eficacia. Si estás pensando en dar este paso y, como es normal, tienes dudas, estaré encantado de responderlas. Estoy aquí para ayudarte.
