El origen, los conflictos legales y la importancia del derecho al olvido en la era digital
El derecho al olvido es un derecho que nosotros, como ciudadanos, tenemos la posibilidad de ejercer para que se suprima cierto contenido, ya sea en redes sociales o en diferentes plataformas de Internet, que contienen datos personales o información que consideramos que puede estar afectando nuestro derecho al honor. El honor es uno de los derechos fundamentales de la Constitución. Si hiciéramos un ranking, este derecho estaría en el top 1, junto con otros que veremos a continuación.
Entonces, ¿qué es lo que sucede? ¿Cómo se creó? ¿Cómo nació este derecho al olvido?
Pues un ciudadano español, abogado de profesión, un buen día decide introducir en el motor de búsqueda de Google su nombre. Los resultados que obtiene son varios, relativos a noticias que se habían publicado en periódicos locales y demás. Una deuda que tenía con la Seguridad Social le suponía un perjuicio lógico. Al buscar o mencionar a una persona en Internet, en Google, es como hacer un juicio de esa persona. En este caso, la deuda que tenía con la seguridad social ya la había abonado, pero aún así seguía apareciendo en los resultados.
Decide presentar su caso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. El Tribunal, ante una serie de dudas respecto a varios derechos fundamentales, como el derecho al honor, la libre expresión y la libre información, decide plantear esta cuestión. La sentencia favorece la pretensión de Mario Costeja, el ciudadano español que presentó este caso, y a partir de ahí se crea y nace el derecho al olvido, recogido en la ley de protección de datos en el artículo 94.
Lo que dice el resumen es que existe un derecho a la supresión de los datos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que si tú pones tu nombre en Internet y aparece una serie de datos que te comprometen, por ejemplo, imágenes comprometedoras o información que pueda afectar tu honor, puedes dirigirte hacia la plataforma. Pero no es muy fácil que te borren los resultados porque va a entrar en conflicto con otros intereses, como el derecho a la información y la libre expresión. Además, si son hechos constatados, verídicos, hechos que han sucedido y están comprobados, no existe motivo por el cual un periódico, por ejemplo, una plataforma que comenta sucesos que pasan en tu localidad, deba eliminarlos.
Solicitar a Google
Lo que sí se puede solicitar a Google es que, a la hora de introducir tu nombre, la manera en la que indexe los resultados haga que aparezcan menos visibles en las primeras opciones. Me recuerda a una frase que dice que es una forma de hablar de esto, algo similar. Realmente no se está eliminando el contenido, sino que se está dando el derecho a esa persona de que si no quiere que ciertos resultados se muestren al introducir su nombre, eso se va a producir. Una obligación para que lo haga. ¿De qué forma se puede hacer? Se puede solicitar a Google que al menos en los primeros resultados los camufle u oculte un poco, porque siempre va a existir. Siempre va a estar en la red esa información. Lo único que no va a estar es de manera tan visible.
Tienen la obligación de que te contesten en un mes. En un mes máximo te van a contestar, probablemente el delegado de protección de datos. De no hacerlo, se le impondrán sanciones o multas muy elevadas, que van hasta millones de euros en algunos casos. La respuesta que te den puede ser a tu favor o puede ser denegando la solicitud. En ese caso, puedes presentar un recurso ante la Agencia de Protección de Datos de España.
Dicho esto, ¿en qué casos podemos solicitar el derecho al olvido?
Es bastante evidente. Son casos en los que tú entiendas que se está perjudicando tu derecho al honor, que se te está haciendo un menoscabo y que te va a afectar a largo plazo. Y sobre todo, se va a tener en cuenta que algo que has hecho en el pasado te está afectando en el futuro.
En qué casos no se va a producir o va a ser muy difícil, pues en los casos en los que lo que se ha publicado sea una información verídica, un hecho, un suceso real que ha sucedido. Por ejemplo, si fulanito hace 15 años cometió un delito de acoso laboral o de acoso sexual, un delito que la sociedad repugna y ha sido muy criticado socialmente, no se produce una sentencia, se castiga con una pena firme, fulanito lo cumple y sale, se reincorpora a la sociedad después de haber cumplido la pena. Si metes su nombre en el motor de búsqueda de Google, y aparece entre los primeros resultados, esos resultados le van a impedir rehacer su vida. No es cierto. En el Código Penal, el objetivo más importante es la reinserción social del criminal.
En un mundo ideal, sucedería lo contrario. Pero hay casos en los que no es así. Suponiendo que en el caso de fulanito, si se hubiera reinsertado completamente a la sociedad, estaría causando un perjuicio muy grave, puesto que no podría rehacer su vida aún habiendo ya pagado la pena por el delito que cometió. Aquí vemos que se está afectando su derecho fundamental al honor, pero entra en conflicto con otros tipos de derechos, como el derecho a la información o la libre expresión.
En cada caso complicado que sea, hay que analizarlo por partes. Por lo tanto, si introduces tu nombre en el buscador de Google y te aparecen resultados que no crees que sean adecuados o no quieres que estén, tienes dos opciones: solicitarlo a la plataforma para que lo eliminen, ya sean datos de una red social o fotografías, o directamente a Google, pidiéndole que no te interese esos resultados.
Internet no olvida
La famosa frase que dice «Internet no olvida» me recuerda mucho al lema de la Casa Stark de Juego de Tronos que dice «El norte no olvida». Bueno, pues aquí sería lo mismo: Internet no olvida, pero de alguna manera, podemos hacer que no esté tan visible. Este es un derecho que debemos ejercer porque, como he dicho, cada vez más, el pasado te va a afectar en el futuro, basado en la información que haya de ti en la red.